Como te hemos comentado en muchísimas ocasiones, la denominada como terapia Gestalt es un tipo de terapia que tiene varios objetivos principales: ayudar al paciente a sobreponerse de los síntomas, liberarse de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen su crecimiento, autorrealización y satisfacción óptima, y llegar de forma más completa y sentirse creativamente vivo.
Para entender un poco más sobre los entresijos de esta terapia podemos prestar atención al enfoque gestáltico, el enfoque básico a partir del que la Terapia Gestalt basa sus principios más fundamentales y que puede llegar incluso a ser concebido como un auténtico modo de vida. Por ello se le denominada con el nombre de enfoque y se diferencie de la propia terapia.
¿Cuáles son sus principales bases terapéuticas?
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Uso de la primera persona: el paciente debe –y necesita- tomar conciencia de sí mismo, sin ocultarse utilizando la segunda persona o bien bajo un sujeto colectivo.
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Es fundamental el lenguaje no verbal: son imprescindibles tanto el lenguaje corporal como el tono de voz, ya que el lenguaje verbal da información que contradice su expresión corporal.
Respecto a las técnicas de Gestalt es sumamente conocida la denominada como silla vacía, consistente en la creación mental de un personaje con el que se quiere confrontar algún problema, asumiendo su rol en su lugar y luego contestando en el lugar del cliente con el rol que le pertenece a él mismo.