Dentro del propio tratamiento terapéutico al que se enfrenta todo psicoterapeuta Gestalt, y sus pacientes, nos encontramos sobretodo con dos elementos importantes que cabría diferenciar.
Por un lado nos encontramos con las introyecciones y por otro las denominadas como internalizaciones, que en cierto sentido pueden siempre llevar a error cuando no son bien diferenciadas y conocidas.
¿Qué son las introyecciones?
Sobre la introyección ya te hablamos en un momento anterior. Básicamente, se trata de aquel material que has adoptado para tu sistema de comportamiento pero que no has asimilado de tal manera como para que se trasforme en una parte genuina de tu propio organismo.
Dicho de otro modo, se trata del producto de habernos tragado aquellos mensajes negativos que aprendimos y recibimos de pequeño, y que sobretodo lastiman tanto la autoestima como el propio autoconcepto de la persona.
¿Qué son las internalizaciones?
A diferencia de las introyecciones, la internalización se refiere a la adquisición de mensajes positivos recibidos, los cuales tienden a favorecer de manera muy positiva el código de valores personales de la propia persona.
Estos mensajes tienden a favorecer la autoestima y el autoconcepto de la persona, lo que se traduce en que el individuo tiene una mayor confianza en sí mismo/a.
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