La adolescencia se caracteriza por ser una etapa importante en la vida de la persona, ya que supone el paso de la niñez a la edad adulta. Y como toda etapa con grandes cambios, también supone una época de problemas para muchos padres.
Es habitual que el joven adolescente sea rebelde, tienda al desinterés o a la desmotivación, es inseguro, puede llegar a ser depresivo o ansioso, y –en ocasiones- suele tener dificultad para integrarse con sus compañeros.
Según la propia Gestalt, el adolescente para por lo que muchos expertos denominan como las tres etapas del desarrollo, que el joven pasa durante el proceso para convertirse en un adulto.
Las tres etapas del desarrollo en la adolescencia
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Etapa de Desarraigo: es la etapa en la que el adolescente tiende a diferenciarse de sus padres, de su propia familia y de otros adultos que le rodean. Trata de encontrar su identidad, reconociendo sus propios puntos de vista, sus sentimientos, emociones, deseos y valores.
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Etapa de Interiorización: es la etapa en la que el adolescente suele hacerse preguntas que nunca antes le habían parecido cruciales o importantes en su vida. Es normal que se pregunte quién es, qué es lo que quiere hacer, qué le gusta, que es aquello que de verdad le importa, cuál es su función en la vida…
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Etapa de Reintegración: es una etapa que aparece cuando ya tanto el desarraigo como la interiorización han pasado; esto es, cuando el adolescente ha aprendido a desarraigarse y ha encontrado algunas respuestas a esas preguntas fundamentales. Es una etapa en la que el joven tiende a reincorporarse tanto con el medio familiar como con su medio social.
Imagen | Vancouver Public Library
me gustaria saber que autor plantea estas etapas