Nuevamente queremos proseguir ahondando un poco más en las diferentes leyes gestálticas que, entre otros aspectos, han permitido a la Gestalt que hoy día sea una de las terapias más conocidas, junto con la propia psicología o el psicoanálisis.
Por poner solo un sencillo ejemplo, la Gestalt destaca por sus grandísimas aportaciones al estudio de la percepción, entendiéndola como una serie de principios de organización perceptiva que permiten captar de forma integral estas totalidades o gestalts.
Estos principios, como ya te hemos indicado en algún momento, se estructuran en dos leyes muy conocidas: la Ley de la figura-fondo y la Ley de la buena forma, conocida también como Ley de la pregnancia o Ley del agrupamiento.
En una ocasión anterior te hemos hablado sobre la denominada como ley de la sensopercepción. Y hoy queremos ahondar un poco más, descubriendo en esta ocasión más datos sobre la ley de la visión en Gestalt.
¿Qué es la ley de la visión?
Es la ley que explica cómo se lleva a cabo esta importantísima función, realizada por el sentido de la vista.
Permite a los animales interpretar su entorno a partir de la luz que reflejan las diferentes superficies que componen ese entorno.
Comienza cuando esa luz es captada por el ojo (órgano de la vista), al atravesar la córnea, la pupila y el cristalino. Luego llega al fondo del globo ocular, donde existen fotorreceptores (llamados conos y bastones) que forman la retina.
Estos conos se agrupan en la fóvea y son los receptores de los efectos luminosos intensos, la luz diurna y además permiten diferenciar las distancias.
Finalmente el estímulo es transmitido a través del nervio óptico a la región cerebral correspondiente a la visión, donde es interpretado. La retina recibe finalmente la imagen en posición invertida, y en esta forma la envía a las regiones visuales del cerebro, que la procesan de forma correcta.