Tal y como te hemos expuesto en varios artículos, recientemente hemos comenzado una serie de biografías especiales sobre la vida de algunas de las personalidades más importantes de la Gestalt. Más concretamente, aquellas que influyeron de manera decisiva en la formación de lo que a día de hoy se concibe como la nueva Terapia Gestalt.
Así, por ejemplo, ya conocemos la biografía de Laura Perls, la biografía de Fritz Perls, labiografía de Paul Goodman, y la biografía de Kurt Koffka.
No obstante, hace apenas unos días comenzábamos a indagar un poco más acerca de la biografía de Max Wertheimer, un importantísimo psicólogo de origen checo que, junto a Wolfgang Köhler y Kurt Koffka, fundó la Psicología Gestalt.
Como pudimos descubrir en una nota anterior, Max Wertheimer sentía una atracción especial por la música, a la par que empezó a estudiar leyes y recibió su doctorado cuatro años más tarde en la Universidad de Würzburg, tras desarrollar un detector de mentiras para el estudio objetivo de declaraciones.
Pero en esta nota vamos a conocer un poco más respecto a la relación importantísima existente entre Max Wertheimer y la Psicología Gestalt.
Max Wertheimer y la Psicología Gestalt
Fue con sus investigaciones realizadas en laboratorios de Praga, Viena o Berlín donde comenzó a interesarse en la percepción de estructuras ambiguas y complejas. Y, precisamente, fueron estas observaciones las que le permitieron desarrollar todo un conjunto de ideas que conformaron la base de la Psicología Gestalt.
Así, durante un viaje realizado en tren en el año 1910 nuestro protagonista quedó ciertamente intrigado por cuestiones relacionadas con la percepción del movimiento, ya que descubrió que, al iluminar dos líneas cercanas con un intervalo de tiempo suficientemente breve, tenía la sensación de percibir una única línea en movimiento; un fenómeno que llamo fenómeno phi.
Debido a sus críticas al sistema educativo reinante en el momento, planteó que las tareas de resolución de problemas (que implicaban el agrupamiento y la reorganización) no eran estudiadas por la lógica, pero, sin embargo, eran procesos esenciales del pensamiento humano.
No en vano, para nuestro protagonista la verdad estaba determinada por la estructura total de la experiencia, más que por percepciones individuales.
Teoria