Real como la vida misma, tanto para quienes están en la formación de Terapia Gestalt como para el resto de público, esta interesante película indujo a la reflexión y discusión en distintos ámbitos: las consecuencias de una rígida educación familiar; dónde queda el espacio y la libertad de los hijos en una situación de permanente control; al apego o dependencia entre los distintos miembros de la familia; al daño que el silencio -como complicidad y como aprobación de una malsana relación- puede llegar a provocar; a la doble vida que los hijos adoptan cuando no son aceptados en casa; los apoyos, refugios, compensaciones, salidas que liberan de la presión, manipulación o persecución; etc.