Tal y como te comentábamos en nuestro artículo anterior dedicado a la relajación en verano, no hay duda que el verano, además de ser un momento ideal para disfrutar de las tan ansiadas vacaciones, puede –o debe- convertirse en una época para reflexionar sobre las cosas que hemos hecho a lo largo de estos seis meses pasados y qué deseamos cambiar a lo largo de los seis meses siguientes.
Como es de imaginar, debemos ver las vacaciones como un momento de relax, para disfrutar de algunos días de descanso (o de disfrute), dejando a un lado el estrés, la ansiedad y los quehaceres diarios que hacemos habitualmente cada día.
Suele ser común que muchas personas, cuando empiezan a disfrutar de sus vacaciones de verano, tiendan a estresarse porque no saben muy bien qué hacer, o incluso cuando llegan a su lugar de supuesto descanso, se tensan porque no saben muy bien cómo desconectar del día a día.
La clave está en ver las vacaciones como una auténtica oportunidad para descansar, para desconectar, pero sobretodo para reponer fuerzas para cuando lleguemos a casa y empecemos nuestras labores propias diarias las hagamos ya no solo con otra energía, sino también con otros pensamientos algo más positivos.
Cómo reflexionar en vacaciones de verano
Si por ejemplo necesitas reflexionar en vacaciones de verano para tomar una decisión importante en tu vida, o simplemente necesitas hacer una reflexión sobre tu propia vida para dar un paso más en tu futuro, la clave está en tratar de mantenernos relajados/as y ser objetivos.
Puede que, cada día de nuestras vacaciones, necesitemos unos momentos de paz para meditar, y hacer esa reflexión que tanto ansiamos.
Quizá hacerte con un bolígrafo y un papel puede ayudarte a plasmar sobre la hoja tus necesidades y reflexiones, lo que a su vez te será de utilidad para clarificar tus ideas.
Disfruta del verano con calma, pero también reflexivamente.
Imagen | Klearchos Kapoutsis