El rey sabio

El rey sabio

 

Cierta vez, hubo un rey poderoso y sabio que gobernaba en la lejana ciudad de Wirani. Era temido por su poder y amado por su sabiduría.

En esos tiempos, en el corazón de la ciudad había un manantial cuya agua era fresca y cristalina, del que bebían todos los habitantes, aun el rey y sus cortesanos, pues allí no había otro manantial. 

Una noche, cuando todos dormían, una bruja entró en la ciudad y vertió siete gotas de un extraño líquido en el manantial, diciendo: «Desde este momento, aquel que beba esta agua se transformará en loco»

A la mañana siguiente, todos los habitantes -excepto el rey y el gran chambelán-, bebieron del manantial y se transformaron en locos, como predijo la bruja. 

Y durante todo aquel día, el pueblo, en las angostas calles y en las plazas del mercado, no  hacía otra cosa que murmurar entre sí: «El rey está loco. Nuestro rey y el gran chambelán han perdido la razón. No podemos ser gobernados por un rey loco. Debemos destronarlo».

Aquella tarde, el rey ordenó que llenaran una copa de oro con agua de manantial. Una vez traída, bebió y dio de beber al gran chambelán. 

Y todos se regocijaron en aquella distante ciudad de Wirani, pues su rey y su gran chambelán habían recobrado la razón. 

 

Cuento de Khalil Gibrán

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