En un anterior artículo te nombrábamos brevemente las diferentes técnicas de la Gestalt, que, a día de hoy, trabajan actualmente la mayoría de los terapeutas especializados en Gestalt. Algo tan interesante como útil, especialmente para aquellos estudiantes que se encuentren estudiando esta interesantísima Teoría Psicológica.

No en vano, en otra nota pudimos conocer y descubrir un poco más acerca de estas técnicas. Supimos qué son las técnicas supresivas, es decir, aquellas que tienen por objetivo suprimir aquellos intentos de evasión del aquí y ahora que tiene el paciente, de forma que el terapeuta le hace experimentar lo oculto que, realmente, no desea afrontar.

Asimismo, también descubríamos un poco más acerca de cuáles son las diferentes técnicas expresivas que se llevan a cabo en la Terapia Gestalt. De esta forma, pudimos conocer que las técnicas expresivas tienen por objetivo que la persona, o cliente, exprese de manera externa aquello que siente interiormente.

No obstante, dentro de estas técnicas también nos encontramos con las denominadas como Técnicas integrativas. Te explicamos en esta nota en qué consisten.

Técnicas integrativas en Terapia Gestalt

Las técnicas integrativas son técnicas que, dentro de la propia Terapia Gestalt, persiguen el objetivo que el sujeto reintegre o incorpore, a su propia personalidad, aquellas partes que se encuentren alienadas.

Aunque en cierto sentido casi podríamos decir que las dos técnicas anteriores (tanto las técnicas supresivas como las expresivas), pueden llegar a ser consideradas como técnicas integrativas, la realidad es que con esta última técnica se lleva a cabo un mayor énfasis en la incorporación de la experiencia.

Con todo ello, las técnicas integrativas se dividen en las siguientes fases o apartados:

• Encuentro intrapersonal
  El sujeto debe mantener un diálogo con diversas partes de tu propio ser (entre el “yo debería” y el “yo quiero”).
• Asimilación de proyecciones
  El sujeto reconoce las proyecciones que su ser emite como propias.